En la mayoria de los casos de disfunción eréctil o impotencia, las causas suelen ser psicológicas. Se estima que el 90 % de los varones que padecen este trastorno sexual, su origen es psicógeno y solo un 10% de casos es debido a causas orgánicas (problemas hormonales, vasculares, lesiones medulares, etc.) o como consecuencia derivada de otras enfermedades como la diabetes, hipertensión, etc.
La disfunción eréctil, que es la dificultad para lograr una erección del pene lo bastante firme como para realizar el coito, afecta al 15% de los varones adultos. Si bien es habitual sufrir problemas ocasionales, preocuparse excesivamente por el fallo o por el rendimiento sexual, puede hacer que algo pasajero se convierta en un problema sexual, que afecta a la relación de pareja y a la propia autoestima de la persona que padece el trastorno.
Consejos para el paciente
Una vez descartada cualquier causa orgánica como origen de la disfunción eréctil, podemos sugerir una serie de pautas que pueden ayudar a superar este trastorno cuando es provocado por causas psicológicas (90% de los casos), antes de acudir al especialista.
Estos consejos básicos son:
-El varón debe centrarse en disfrutar la relación sexual, y no estar pendiente de la firmeza de su erección.
-La pareja del afectado debe reaccionar con serenidad ante un posible fallo y abstenerse de manifestar el posible descontento.
-La pareja debe atribuir el fallo del varón a un problema de ansiedad, de preocupación por su rendimiento sexual, para nada relacionado con falta de deseo sexual (que es un trastorno sexual diferente) o con una posible pérdida del atractivo sexual que despierta en el otro.
Si tras aplicar estos sencillos consejos, el problema persiste, la terapia sexual es el tratamiento de elección para la disfunción eréctil de origen psicógeno, pues ha demostrado su eficacia con un porcentaje de éxito superior al 80% de los casos tratados.
L´Eliana 30 de marzo de 2010
sanchis & jarque - PSICÓLOGOS
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